Hippolyte Flandrin. Ragazzo al mare |
Lavo mi cara
como si una lluvia intensa
lavara la cara del mundo.
Si me negué a la cobardía
fue de casual encuentro con la muerte,
ya que tengo el alma pegada a las pestañas
y me palpita el gentío en la garganta.
Unos dientes afilados me dan caza.
¿En cual rayo de luz me voy a sublevar?
si solo hablo con el polvo de mi casa.
Qué importa que todo cambie
si el amor sigue siendo carne,
aquel gesto devorado por los lobos.
Manuel Menassa de Lucia