viernes, 11 de diciembre de 2009

Escucha el silencio, porque el silencio habla.

Escucha la aurora
danzando muda en el aire,
silencio de soles, de pájaro leve
volando sobre el agua.

Silencio de muebles,
de utensilios de cocina,
de libros cerrados, en fila,
uno y luego otro y otro y otro…
¡cómo si fueran los libros
delicados silencios!


Silencio de aquel que marchó
o de aquel que no ha llegado y desconocemos.
Silencio anónimo que nos representa
en un sin fin de aliteraciones.


¡Qué todo hallas cuando no hay nada!
¡Qué nada se inscribe en el tumultuoso silencio
cuando reconoces todas las ciudades de Europa
por la característica mudez de sus noches!


Manuel Menassa de Lucia

2 comentarios:

  1. "¡Qué todo hallas cuando no hay nada!"
    MMdL

    Me alegra ver cómo crece este este espacio, Manuel. Disculpa que haya tardado en pasar.

    Me ha encantado también "Al llegar".
    Volveré pronto. Enhorabuena

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  2. Hola Isabel, que alegría que me visites, es un placer.

    Vuelve cuando puedas.

    Un saludo

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