sábado, 13 de noviembre de 2010

TENGO EL ALMA PEGADA A LAS PESTAÑAS

Hippolyte Flandrin. Ragazzo al mare

Lavo mi cara
como si una lluvia intensa
lavara la cara del mundo.

Si me negué a la cobardía
fue de casual encuentro con la muerte,
ya que tengo el alma pegada a las pestañas
y me palpita el gentío en la garganta.

Unos dientes afilados me dan caza.
¿En cual rayo de luz me voy a sublevar?
si solo hablo con el polvo de mi casa.

Qué importa que todo cambie
si el amor sigue siendo carne,
aquel gesto devorado por los lobos.

Manuel Menassa de Lucia

2 comentarios:

  1. Puede ser en el escondite del mismo,
    en las esquinas donde no traspasa
    donde se observe despacio y lejano.

    Muy bello poema Manuel

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  2. poeta... necesito su correo para enviarle una convocatoria para participar en una publicación impresa que estoy gestionando en Panamá... se llama PAPYROFLEXIA, es un plegable de distribución gratuita...

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