En la orografía de mi rostro fingido
no existen ríos escenificando la vida y la muerte
ni lloran lágrimas amargas y sinceras mis ojos.
Porque no las hay.
En la palpitante huella de la muerte
donde en todo lo que nombro estás.
No escucho arpegios delirantes
de la luz a cualquier hora.
de la luz a cualquier hora.
Pero hoy construyo tu cuerpo.
Para que existas.
Manuel Menassa de Lucia.
Bellísimo poema, Manuel, pleno de sensibilidad. Me agrego como seguidora a tu blog y agradezco tu seguimiento del mío. Un beso y que el 2010 cumpla todos tus anhelos.
ResponderEliminarHola amigo, esculpiendo al amor en este poema , bellísimo y romántico .
ResponderEliminarUn abrazo de MA,
feliz 2010 con mucha prosperidad y felicidad .
Gracias Mayte. Yo me lo pase muy bien en tu blog, menudo viaje al mundo árabe.
ResponderEliminarUn saludo y feliz 2010.
Gracias MA.
ResponderEliminarTe deseo 2010 cargado de poesía.
Un saludo
Llego desde otro blog amigo, y me ha gustado lo poquito que he leido, volveré a pasar por aquí compañero. Los dos últimos versos me encantan...
ResponderEliminar"Pero hoy construyo tu cuerpo.
Para que existas."
Un abrazo. Le sigo
Gracias Juan Antonio. Bienvenido a esta humilde casa de palabras. Visitaré tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Manuel paso a saludarte y visitar tu blog y de paso leer tus poemas y entradas antiguas . Un abrazo de amistad bloguera de MA .
ResponderEliminarHola MA, muchas gracias por la visita.
ResponderEliminarUn abrazo